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Mi nombre es María

Mi nombre es María

Por Maria Barragans

Hola a todos y sed bienvenidos. Mi nombre es María, y tengo la suerte de poder formar parte de este apasionante proyecto, hecho por personas y para personas, que como nosotros, queremos seguir aprendiendo en el camino de la vida.


A través de este rinconcito os haré llegar como persona, mujer y madre mi visión del cannabis y su actualidad. ¿Me acompañáis y seguimos normalizando?

Desde hace seis años, y por pura casualidad, tengo la suerte de poder ir descubriendo día a día el mundo y la filosofía que rodea a la marihuana y su industria en nuestro país. Mi conclusión a día de hoy, es que la ignorancia, es la droga más peligrosa, adictiva y dañina que existe y todo ello aderezado con una gran dosis de hipocresía.

El cannabis llegó a mi vida por sorpresa y desde la absoluta ignorancia. Hoy es mi medio de vida y hace que estas palabras estén cargadas de seguridad. Defiendo y defenderé una planta que sólo ha traído alegrías a mi camino. Os confieso que mientras escribo estas palabras, pienso en la María niña y adolescente, la que se llenaba de sentimientos y se sentía realmente feliz cada vez que cogía un lápiz y un papel. Escribir era lo único que me hacía sentir segura, en medio de tanta incomprensión. Quise abandonar el camino, no tuve fuerzas y pensaba que todo lo hacía mal y no era así. Gracias a mis ganas, un buen profesional de la psicología y el cannabis como única medicación y bien informada en todo mi proceso, ha hecho posible que hoy esté aquí, educando bajo la responsabilidad, el amor, las normas y la emoción de los momentos. Descubriendo como siente y ama una mujer que desde niña ha conocido la violencia en muchos de sus aspectos. Que se va conociendo cada día más, y desarrollando mi pasión por la escritura a través de mi trabajo, siendo consciente de las piedras del camino, pero no tengo miedo. La vida es eso, aprender e intentar mejorar cada día, a pesar de los errores cometidos. He perdonado y aceptado. La mía es una de miles y miles de historias más que hay en nuestro país, como usuaria de cannabis medicinal en su momento, y ahora por relajación y creatividad.

Como madre de adolescente, tengo la necesidad y obligación de proporcionarle a mi hija la mayor información respecto a sus dudas, que a su edad son muchísimas y cargadas de sensibilidad. Aunque como padres no nos guste, todo va mucho más rápido. Ella sabe que el miedo no lo tiene en mí, ni lo tendrá, y eso nos permite vivir momentos diarios de gran comunicación entre ambas. Es fundamental poder conocer y hablar de todo con nuestros hijos, de sexo, de drogas. Verán el miedo en nuestra cara si lo tenemos y lo único que conseguiremos como padres es alejarlos y que descubran por ellos mismos, sin antes estar informados de las consecuencias y los riesgos de cualquier sustancia. Vemos como muchos de nuestros chavales son cada vez más violentos. Como gritar, insultar, faltar el respeto y consumir todo tipo de sustancias sin control e información está a la orden del día. Deseo que los temas que vayamos tratando sean de ayuda para vosotros si en algún momento os veis reflejados.

Juntos, iremos derribando muros, para que nuestra decisión como consumidores adultos y responsables, se refleje en una necesaria regulación responsable del cannabis en España. Merecemos ser regulados, para que bajo nuestra responsabilidad y sin dañar a terceros, podamos ejercer nuestro derecho al auto cultivo, regulado y con todos los controles sanitarios necesarios.

Es necesaria una regulación para que los muchos pacientes que he conocido a lo largo de estos años dejen de sentirse desamparados, inseguros y desinformados. Nadie quiere perder la salud, pero cuando pasa, tenemos que tener un abanico abierto de posibilidades, y no solo a través de la medicación. He conocido a personas en procesos duros de enfermedades y he sido testigo como la medicación y el cannabis como ayudante le han permitido tener una mejor calidad de vida diaria. Y siendo ilegal, ¿no merecen tener un control sanitario decente? Da igual que sean mil o un millón, cualquiera merece tener todos los medios a su alcanceen esos procesos. Cualquier adulto que quiera estar en un recinto privado donde se consuma cannabis por placer, merece ser amparado. Así muchas de las mafias generadas llegarán a su fin. Los datos que vemos cada año respecto al consumo de sustancias no hace más que mostrarnos como la prohibición es el mayor de los fracasos.

Os invito a que, desde hoy, nos cojamos de la mano, y juntos a través de éste, mi rinconcito y el vuestro, hagamos nuestra voz más fuerte ante la injusticia y la hipocresía. Regalemos al mundo más sonrisas, tan necesarias en estos tiempos que corren. Dejemos el miedo a un lado. Es tiempo de cambio, es tiempo de hablar, educar, informar sobre cannabis, la planta que aumenta aún más mi felicidad.

Sigo dando vida al sueño. Gracias a todos. Recibid un sincero abrazo.

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