Cerrar
Mi perro se come mis plantas

Mi perro se come mis plantas

Por Girlbeitar

Mi perro se come mis plantas, mi gato remueve el sustrato… ¿Qué hago? A quien no le haya pasado nunca o no conozca a nadie que le haya pasado, que tire el primer cogollo… Vamos a contaros en detalles cuáles son los mejores trucos y consejos profesionales para prevenir estas prácticas tan habituales.


Comencemos por los felinos

 Son animales que me fascinan, son astutos, intrépidos y tremendamente limpios.  Por lo que si su arenero no se encuentra limpio y tenemos nuestras plantas de marihuana accesibles  el primer sitio al que acudirá a realizar sus deposiciones será a nuestro jardín

Los gatos son curiosos por naturaleza por lo que aunque mantengamos su areno limpio, es posible que se acerquen a nuestras plantas para olisquear y remover la tierra.  

Además son muy territoriales, marcarán todo lo que ellos consideran su territorio.

 Tienen necesidades a nivel físico, social y emocional como es afilar sus uñas. Aunque parezca mentira es una necesidad básica para los gatos.

1ª. Mi primera recomendación para evitar un daño en las plantas y en el propio gato, es que lo eduquemos desde pequeño. Los gatos son más difíciles de educar  que los perros, pero con paciencia, tiempo, premios y un NO enérgico (que no un grito) se les puede enseñar.

2ª. Esterilización: Si los esterilizamos, no sólo evitaremos enfermedades en un futuro, el hábito de marcar territorio disminuirá.
 
3ª. Rascadores comerciales: si no queremos que nuestras plantas, sofás o cortinas se conviertan  en objeto de su propiedad y uso. Ponedlos cerca de una ventana o radiador y si es posible que incluyan una plataforma o varias alturas (a los gatos les encanta descansar en plataformas elevadas). Existen multitud en el mercado de todas las formas, tamaños y materiales. Vivir en un piso ya no es una excusa.

4ª. Productos: existen muchos en el mercado, la mayoría a base de cítricos, que aplicados en zonas cercanas evitan que el animal se acerque a arañar. 

Pasamos a mi debilidad hecha de pelo y cuatro patas, los perros.

No puedo daros una única explicación de por qué vuestro perro se come o destroza vuestras plantas, depende del perro y del diagnóstico etológico que tenga. Lo que sí puedo daros es una serie de pautas para intentar reducir o mejor dicho, reconducir este comportamiento y evitar males mayores:

1º. Educar a nuestro perro desde cachorro nos facilitará que adquiera de hábito el comerse nuestras plantas o cualquier cosa que se encuentre en el camino (calcetines, bragas, fregonas…creo que no me queda nada por ver y sacar el estómago de un perro).  

Os recomiendo sobre todo si es cachorro utilizar el clicker tiene muy buenos resultados y es una educación totalmente en positivo. Usarlo es bastante fácil y los perros en general aprenden rápido.

2º. Ejercicio: cuando un perro destroza objetos, plantas o enseres que se encuentra a su paso por nuestra casa es posible que tengamos un problema de ansiedad por separación (ya os explique en otro post de que se trataba) o de aburrimiento. En estos casos el ejercicio y la actividad física diaria es fundamental.

Los perros necesitan ejercicio y paseos diarios, según la edad y la raza necesitarán más o menos.

Para el aburrimiento os recomiendo juguetes que se pueden rellenar de premios o de pasta especial para ellos. Dejádselos cuando os vayais de casa, no cuando nosotros estamos con ellos.

Yo en en verano le hago helados caseros cuando voy a pasar varias horas fuera de casa se lo doy, además de estar entretenido se refrescará.

3º. A veces tenemos que decirle NO, rotundo y contundente (sin gritar). No toda la educación de nuestro perro puede ser en positivo, en determinados momentos tendremos que regañarle.

4º. Evitar el acceso del perro a las plantas:

– Vallado, siempre que no sean vallas con pinchos, existen unas de polietileno que son bastante resistentes y se pueden cortar de la medida que necesitemos y colocar en cada una de nuestras plantas.

– Si la opción del vallado no nos convence, podemos optar por tener nuestras plantas en una habitación a la que el animal no tenga acceso.

 – Un armario de cultivo.

– Poner nuestras plantas en un lugar no accesible para muestra mascota, como puede ser una mesa o estructura elevada (si el perro es pequeño claro).

5º. Erupción de los dientes. Los perros al igual que los humanos cuando nacen, lo hacen sin dientes, posteriormente presentan una dentadura de leche y a los cuatro meses aproximadamente comienzan a cambiarla para terminar con su dentadura definitiva, este proceso es, en ocasiones, doloroso para ellos. Podemos ayudarles con mordedores (que son juguetes especiales para ello) los hay de algodón, caucho e incluso golosinas que son de materiales comestibles pero de consistencia dura, con ellos conseguiremos entretener a nuestro cachorro y además aliviarle el dolor de dientes

Mi consejo con los mordedores es que juguéis con ellos a tirar (sin pasarnos, claro, que si le están saliendo los dientes es todavía un bebé). Conseguiremos aliviar el dolor y les ayudará  a evitar la retención de dientes de leche (que duele aún más), algo parecido a cuando nuestra madre nos ataba el diente a un hilo y el hilo a la puerta y cerraba ¡Ay! 
 
6º Repelentes: existen esprays con efecto amargo y bastantes prolongados en el tiempo. Se aplica sobre los objetos que deseas proteger de las mordeduras de los cachorros y los perros rompedores (en este caso sobre las plantas) a estos ni se les pasará por la cabeza acercarse a ellos. Yo también lo uso sobre vendajes y escayolas para evitar que se los quiten.

Podemos fabricarnos nuestro propio repelente, un difusor casero a base de agua y limón, que les resulta bastante amargo también puede evitar que se acerque y las mordisqueen. El problema con los difusores de limón es que hay perros a los que sí les gusta el limón, si el vuestro pertenece a este grupo podéis probar con pimienta o wasabi, siempre en cantidades muy diluidas, y antes de hacerlo os recomiendo que le consultéis a vuestro veterinario.   
 
7º Valla Invisible: Este dispositivo ¨valla invisible¨  permite delimitar el territorio por el que puede circular el perro sin tener que utilizar otras barreras físicas o químicas.

El sistema se compone de un collar receptor para el perro y un cableado que delimita el espacio por el que el perro puede moverse con libertad. Cuando el perro se aproxima a la zona donde se encuentra el cable, el collar emite un pitido para que el perro no continúe acercándose. Si persiste, se activa y administra al perro un pequeño impulso disuasorio (chispazo) que le obliga a retroceder. Personalmente no me gusta este sistema, y en algunas comunidades (Madrid por ejemplo), será difícil de encontrarlo, la nueva Ley de protección animal no permite la venta de este tipo de dispositivos. No puedo deciros como de fuerte es el impulso, pero os recomiendo que si lo queréis utilizar lo probéis primero en vosotros mismos, en todas las intensidades. 
 
Por último recordaros que los perros y los gatos comen hierba para purgarse, sí, pero no por placer, cuando lo hacen es porque presentan algún tipo de dolor y normalmente es abdominal, os recomiendo que lo llevéis a vuestro veterinario si esta conducta se repite o tenéis cualquier duda.

Cerrar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información

ACEPTAR
Aviso de cookies
¿Eres mayor de edad? Este sitio web requiere que tengas 18 años de edad o más. Verifique su edad para ver el contenido.