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Entrevista a Joan Comorera y Conchi Palencia, senadores de Podemos – II

Entrevista a Joan Comorera y Conchi Palencia, senadores de Podemos – II

Por Drogoteca.

En el texto anterior, exploramos principalmente quiénes eran esas dos personas, senadores ni más ni menos, que nos habían tocado en gracia a la hora de lucha por el cannabis en las vías legislativas y en las cámaras parlamentarias del estado español. Y en esta parte de la entrevista abordamos ya las cuestiones que entraban en el terreno del cannabis y la política de drogas que Podemos plantea.


D: ¿Por qué tardó tanto Podemos en dar la cara con el cannabis?

Conchi: Yo creo que tiene que ver con la creación misma de todo el proyecto. No hemos sido lentos en nada, sino todo lo contrario. En el tiempo que hemos tenido, hay muchos temas que tratar…

D: Hubo acciones, como #SINOTOCAnohayvoto, en la que varios grupos se unieron para exigir y trabajar desde las redes sociales y que Podemos, en especial su líder Pablo Iglesias, diera la cara con el tema del cannabis. Eso finalmente ocurrió en un chat organizado en Facebooka raíz de una inteligente pregunta que hizo una activista que llevaba meses trabajando con ese fin.

C: A veces es cómo trabajamos, y a veces cómo comunicamos a la gente. Ahí puede que tengas razón. Pero te puedo decir que el primer documento que nosotros trabajamos en abordaje de drogas en el Círculo de Sanidad de Euskadi está fechado en el 2015, así que siempre hemos estado encima del tema. Otra cosa es que, hasta que no se hace el programa electoral, no tiene ningún sentido posicionarte en un programa electoral. Y creo que el Círculo Cannábico data de esa fecha.

D: Hasta donde recuerdo, las votaciones sobre el Círculo Cannábico y la propuesta de defensa de regulación del cannabis de Podemos -mediante unas votaciones internas- son de la época de Halloween del 2015, finales de año.

C: Bueno, es que el proceso de validación de los círculos es bastante posterior.

J: A este respecto, quiero decirte que “En Comú Podem” llevábamos en el programa el tema del cannabis. Y en anteriores legislaturas, tanto con Izquierda Unida como con INC, en el tema de la legalización ya se intentaron algunos pasos.

D: ¿Por qué vosotros y el cannabis? ¿Por qué Podemos piensa en vosotros, Joan y Conchi -casualmente un catalán y una vasca, tierras con especial relación con el cannabis- para estar al frente del proceso de acercarse a la normalización del cannabis en el partido?

C: Yo creo que fue una elección acertada, no como catalán y vasca, sino debido a la trayectoria de cada uno, porque Joan es jurista y yo sanitaria. Y entendíamos que para la Comisión Mixta del Congreso – Senado de Drogas, era el tándem perfecto para llevar a cabo todo tipo de iniciativas en ese contexto.

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D: ¿Coincidís vosotros dos en vuestras ideas iniciales, previas a formar equipo, en materia de drogas?

Joan y Conchí: Sí.

D: ¿Cuando fue la primera vez que probasteis el alcohol?

J: Yo a los 13 años, en las fiesta de mi pueblo, con los amigotes. Puede ser que en casa hubiera probado alguna vez un cava, o algo así como un espumoso. Pero como conciencia de empezar a beber, a los 13 años. Comencé a fumar tabaco y a beber a la vez.

C: Yo más tarde, con el alcohol empecé tarde. Así como a fumar tabaco empecé muy joven,  creo que el alcohol no lo probé hasta los 17 o 18 años. Además, no me gustaba; fumar sí pero el alcohol no.

 D: ¿Habéis fumado cannabis y cuál fue el contexto si es así?

J: Yo sí, en la época del instituto. Con los amigos, fue mi primera vez.

C: Sí, yo también. En el contexto de la cuadrilla, de alguna fiesta.

D: ¿Fue un momento con cierta relevancia o trascendencia, o fue una cosa más sin especial atención?

J: No, fue lo que tocaba de joven, de divertirte y de transgredir de alguna manera. Era el momento este rebelde de la adolescencia.

D: Tampoco podíais legalmente beber a esa edad.

J: Exacto. Pero si te dijera yo dónde nos íbamos a beber a esa edad… [Nota del entrevistador: la frase alude a lo “normalizado”, en aquellos años, que era que un menor de edad bebiera alcohol en España]

D: Recuerda que esto se está grabando para la entrevista; omitámoslo, por ahora. Joan… ¿tú te consideras comunista o eres -como ya pregunté, con cierta mala leche y buen humor, a Hackbogado -un comunista reconvertido en socialdemócrata-, o no eres ni comunista?

J: Bueno, como una evolución evidente en la reconversión de lo que fue la creación de INC como sucesión de lo que fue el PSUC…

D: Vamos, que siendo de izquierdas, no eres un “marxista con barbas”.

J: No, yo me siento mucho más cercano al eco-socialismo, evidentemente.

D: ¿Y tú, Conchi? ¿Eres comunista, socialdemócrata? ¿Qué eres ideológicamente?

C: Yo no tengo ideología comunista ni socialdemócrata. Ni siquiera tenía inquietudes políticas hasta la eclosión del 15M. Pero seguramente, por mi origen de infancia ya que nací en un pueblo minero –Bembimbre en León– y he vivido la “reconversión industrial” en primera persona, pues te crías en un ambiente de lucha social, con vivencias -en primera persona- de situaciones injustas. Así que siempre me han movido más los derechos sociales, los derechos humanos.

D: ¿Consideráis el derecho a consumir una sustancia como un derecho emanado de la persona o como una excepción a la prohibición, que sería la norma? ¿Educar en el derecho al libre consumo de drogas o en la excepción permitida de algunos consumos?

C: Lo que nosotros proponemos, llevamos en programa y creemos que se tiene que dar, es un debate. Es un debate en la sociedad que no se ha dado. Y además, no se ha dado desde un punto de vista honesto, científico, serio y atendiendo a los derechos civiles de la persona. Sin tratar a la sociedad y a los ciudadanos como si fueran menores edad, porque son adultos. Ese debate hay que darlo.

D: ¿Cómo es la estructura de las comisiones mixtas y su sentido?

C: La comisión mixta no es una comisión del Senado, sino mixta: Congreso-Senado. La estructura habitual suele consistir en comisiones en el congreso y comisiones en el Senado. Normalmente se replican,  son las mismas y tienen que ver -normalmente- con los ministerios. Pero hay 5 Comisiones Mixtas, que son un poco como muy generales e importantes, y que no tiene lógica repetir en ambos lados. Las 5 Comisiones Mixtas que hay a día de hoy son: Seguridad nacional, Tribunal de Cuentas, Unión Europea, Radio Televisión Española, e la Comisión Mixta de Drogas. .

Y en ese marco se inscribe nuestra propuesta de que se cree dicha ponencia de estudio sobre el cannabis, en la comisión mixta, ya que el cannabis sí tiene peculiaridades que le hacen especial. La primera, que es la sustancia ilegal más consumida en el mundo. Y además, en este momento estamos en un contexto a nivel internacional que parece que indica que este es la ocasión adecuada para este abordaje. Efectivamente, se ha intentado más veces y a lo mejor se tiene que intentar otras cuantas más, pero con esta iniciativa nosotros lo que hacemos es poner -ante la sociedad- el debate encima de la mesa, que es lo que debemos hacer: porque la sociedad, es la que tiene que empujar.

La sociedad, afortunadamente, ya ha demostrado que va por delante de sus gobernantes. Lo ha demostrado en muchas ocasiones como el divorcio, el aborto y hasta la legalización de los partidos. Afortunadamente siempre va por delante y, creemos que, en este tema también va a ir por delante. Pero falta ese debate, que nosotros vamos a propiciar en sede parlamentaria.

D: Con el despliegue de propuestas cannábicas (de forma local o autonómica en todo varios puntos del territorio nacional) y con todo el consenso que hay en todos los partidos, aparentemente, que falta para que la regulación del cannabis en España acabe de cuajar… ¿el PSOE?

J: Sí, falta saber cuál es su postura.

C: Falta valentía, por parte de algunos grupos.

D. ¿Conocéis -de primera mano- lo que es un CSC, un club social de cannabis?

J: No.

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D: Actualmente, hay básicamente dos modelos de club. Por un lado, hay un modelo que se abastece del cannabis que vende, mediante compras a pequeños productores locales y compras al mercado negro más tradicional (conocidas como “compras mancomunadas”). Por otro lado, otro modelo de CSC, compra todo el cannabis que vende a sus clientes a una “central”, que les abastece al mismo tiempo de hashís, marihuana y otros derivados del cannabis como el aceite o el BHO. Pero el modelo de club que cultiva y produce el cannabis que reparte entre su grupo de socios, es virtualmente inexistente a día de hoy en España. 

Sin embargo, todo esto ocurre bajo el paraguas asociativo, mientras en la mayoría de esas “asociaciones” ningún socio ha visto una asamblea general o, como ocurre en otras más hábiles, se les hace firmar una cesión de voto para “formalizar legalmente” asambleas generales inexistentes mientras se les dice que “está prohibido ver los estatutos”. ¿Esto tiene solución sin llevarse por delante el tejido asociativo real?

J: Precisamente es lo que hay que regular. Lo que no puede ser es que haya el vacío legislativo que hay con los clubs. El Tribunal Supremo ya dijo que era un problema legislativo y no judicial, y que es el cuerpo legislativo -los políticos- quienes han de hacerlo. Es necesario este debate, en la comisión que hemos propuesto: la Comisión Mixta para Drogas. Estamos en un momento en que la realidad está superando en tanto a la legislación que tenemos, que no puede ser y hay que poner un poco de orden. La realidad -estuve el otro día en una feria de cannabis, Spannabis en Cornellà– es que es impresionante la cantidad de gente que hay en este ambiente. Sobrepasa de tal forma lo que permite la legislación, que no es sostenible.

C: Además, a este respecto, Euskadi y Navarra regularon los CSC. Y mientras estuvieron regulados, los usuarios tenían ya una vía para acceder a la sustancia. Entonces el gobierno recurrió al Constitucional (y fue el único artículo, “Regulación de Clubs Cannábicos”, de toda la ley vasca de adicciones que recurrieron) privándoles de esa vía, dejando a los CSC y a sus usuarios en un limbo legal y en la que muchos de esos clubs están cometiendo ilegalidades, efectivamente.

Respecto al funcionamiento, nosotros que tuvimos la experiencia de tener los CSC una temporada regulados, aquellos que no funcionaban “todo lo bien que debían de funcionar” tuvieron que desaparecer o modificar su funcionamiento, al existir -de hecho- una regulación. Y ese funcionar, bien o mal, no dependía del criterio de una persona sino de unas normas hechas para todos. Por eso hace falta una regulación que diga cómo deben de funcionar.

D: ¿No te parece que aquellas regulaciones tenían mucho más de estético y de ordenación urbana que de normativas del funcionamiento de esos lugares?

C: Bueno, de momento esas regulaciones sirvieron aunque se encuentren suspendidas, por un recurso competencial ante el Tribunal Constituncional.

D: ¿Qué pasa con el autocultivo? No es el que realmente hay que meterle el diente. Todas las ILP y PNL nombran, pero simplemente nombran. Los antiguos clubs estimulaban el conocimiento de la planta y el cultivo de la misma, porque eran -de hecho- “clubs de cultivo de cannabis” o clubs de autocultivadores. Y ahora parece que todo el modelo que nos queda es dejar el dinero a un club.

J: Yo creo que no hay que tener miedo al autocultivo, más que nada porque la gente -por comodidad- si les es sencillo comprar de forma legal, no van a meterse en el follón de las plantas en casa y todo el asunto del autocultivo. Yo entiendo que va a ser una cuestión circunstancial en el grueso del conjunto de usuarios. Aunque el derecho al autocultivo ha de existir, y de eso no hay duda.

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D: Ese planteamiento puede abarcar a la mayoría de la gente, pero ¿qué pasa con los enfermos? Si tu consumo es de 3 porros (de forma lúdica) a la semana, no hay problema. Pero si eres una persona que consume 5 o 10 gramos de cannabis diarios -por sus necesidades terapéuticas- no te puedes permitir (sin ser rico), que tu fuente de abastecimiento sea un CSC. Hace poco, hemos vivido un caso con un enfermo tetrapléjico -Caso Juanma- en el que la policía entró en el centro en el que vive este enfermo, a quitarle su cannabis medicinal. No sólo a él, sino que el colectivo de enfermos que viven en estos lugares -tetrapléjicos o con graves dependencias y mucha dificultad para conseguir su cannabis- me cuentan cómo la presión policial contra los enfermos residentes en estos centros, está haciendo que llegue a costarles 15 euros el gramo, el mismo hashís que se vende a 5 euros por gramo en la calle. Cuando llegue una regulación, el precio será aún mayor, ya que el precio que el estado cobra por la legalidad es la imposición fiscal.  Si el cannabis es un fármaco necesario para muchos… ¿existirá una subvención al fármaco como en otros tratamientos?

C: Hay que incluir todo esto en el debate y hacerlo ya, o nos quedaremos a la zaga. Hay una cuestión que es la mercantilización de todo el tema, y los intereses que hay detrás de todo tipo de industria; también de la farmacéutica. Hay que introducirlo en el debate y, desde luego, en nuestro interés está que esta ponencia que vamos a poner en marcha -en la que esperemos que, tras toda la actividad local de los distintos grupos políticos en todas las comunidades autónomas, en torno al cannabis, nos digan que sí- el autocultivo va a tener voz y -en dicha ponencia- por supuesto que se le va a oír.

J: Esta claro que tiene que existir el derecho al autocultivo. Pero creemos que en el futuro quienes acudan a esta forma de abastecimiento, será gente muy determinada por razones que compensen el esfuerzo del cultivo. Se nos vende el autocultivo de cannabis como una cuestión muy problemática, cuando nuestra percepción no es esa y consideramos que el grupo de autocultivadores en un entorno legalmente regulado, es un porcentaje mínimo dentro de los consumidores. 

D: ¿Conocéis el Bitcoin, la moneda digital, y TOR, el sistema anónimo de navegación?

Joan y Conchi: Por encima.

D: ¿Y Silk Road u otros mercados de drogas en la red? El enfermo de ELA, José Antonio Arrabal, hizo público cómo había comprado las drogas para suicidarse en Internet. Para muchos, esos lugares son la evidencia palmaria del final de la guerra contra las drogas, al menos tal y como se ha conocido: pagando con una moneda no rastreable, puedes recibir la droga que quieras en el buzón tu casa.

C: Lo que nos cuentas sobre la tremenda facilidad en conseguir cualquier droga hoy día, es otra señal más de que la prohibición no evita el consumo. Pero no es de ahora, eso ha sido así en toda la historia, y en toda nuestra historia de prohibición de drogas -por cuestiones morales- así ha sido. Siempre las personas que querían consumir, buscaban y encontraban la forma de hacerlo. Ahora son esas webs, pero en su día eran otras formas.

D: Ahora y por ese modelo, se juntan varias sustancias totalmente distintas (como pueden ser heroína y hashís) que antes se mantenían separadas, en distintos mercados de venta.

J: Todo se vuelve mucho más accesible porque es que es mucho mas sencillo, evidentemente.

D: ¿Tiene sentido seguir legislando sobre drogas? ¿No se dan cuenta los políticos de que una gran parte de la legislación resulta inútil o contraproducente?

J: Hay que partir de un hecho que es así, y siempre ha sido igual: las leyes siempre van por detrás de la sociedad. Lo que pasa es que, si antes una ley nueva -a lo mejor- hasta los 6 meses no se veía que estaba ya caduca por alguna razón, actualmente según estás tramitándolas y sacándolas adelante en su aprobación, ya está caduca por alguna cuestión. Cada vez es más rápido el sentido de obsolescencia de la ley frente a la transformación de la sociedad, que se transforma y crea cosas nuevas mucho más rápido de lo que la ley puede atenderlas.

Lógicamente necesitamos leyes para regular las cosas, pero quizás aquí se ha regulado demasiado. Es una barbaridad lo que se ha legislado para todo. Tal vez se debería avanzar hacia un modelo de ley general que sea mucho más básica y luego (aunque no tengo claro el formato) su ejecución sea mucho más pareja y acorde al avance de los tiempos.

C: Además yo quiero añadir que el funcionamiento de los parlamentos y el funcionamiento parlamentario, está hecho -a propósito- para que no funcione, para que vaya lento y para que los gobiernos que hoy están ostentando los poderes, puedan llevar a cabo decisiones que en mucho casos ni siquiera son de ellos sino de “poderes superiores”, y que puedan obviar su deber al Parlamento, que es la sede de la soberanía nacional. Es decir, las decisiones que toman los gobiernos desde hace unos cuanto años, nos nos pertenecen. No es que lo diga yo, ya ha venido algún Presidente de Gobierno, se ha subido aquí, a este escenario en el que estamos (el Congreso de los Diputados) a decirnos “Oiga, pues ustedes me dijeron que hiciera esto y yo les dije -de verdad- que lo iba a hacer pero mire, es que han venido unos señores a decirme que no lo haga…

Y eso lo hemos tenido que vivir, lo hemos tenido que tragar: eso está ocurriendo. El parlamento está inventado para que esto pueda ser así. Eso es muy pernicioso pero es que es así.

D: ¿Y con lo que me estás contando, no te da miedo trabajar donde lo estás haciendo? Yo estaría todo el día mirando a mi espalda.

C: Es que es una realidad que la gente también debería conocer, porque esto no sólo me afecta a mí por estar trabajando aquí sino que afecta a la realidad cotidiana de millones de personas que viven en este país, y en otros donde ocurre lo mismo o peor. Y esa es la realidad que tenemos: el funcionamiento parlamentario es pernicioso. Nosotros vamos a intentar darle la vuelta. Venimos, lo conocemos, nos lo estudiamos y además lo vamos a utilizar: vamos a darle la vuelta. Pero lo que hace falta es una reforma, constituyente, en este país.

D: Ha sido un placer poder entrevistaros y esperamos volver a vernos pronto.

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