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Carencias durante la floración: magnesio y potasio

Carencias durante la floración: magnesio y potasio

Gorka Aguirretxe

 Ya entramos en septiembre y nuestras matas nos están mostrando ya todas las largas colas de cogollos que van a formar durante este mes, el último en la mayoría de las especies que solemos plantar.

 Casi hemos alcanzado la recompensa a todo el buen trabajo realizado, pero aún debemos vigilar de cerca el aspecto de nuestras plantitas. Durante este periodo, es normal la presencia de carencias si vamos justos abonando o el medio no era muy fértil.

 El gran consumo de fósforo, calcio, magnesio y potasio aún nos puede jugar una mala pasada, y a lo largo de este artículo intentaré explicar cómo detectar y corregir estas dos carencias tan frecuentes en los cultivos durante la floración.


El Magnesio:

 Aunque se puede confundir a veces, es bastante sencillo de detectar: las hojas bajas y más viejas comienzan a palidecer entre las venas de las hojitas. Al principio es un verde clarito, que puede tornar en amarillo, subiendo de abajo hacía arriba en la planta.

 Si no se detiene a tiempo, la planta puede perder una buena cantidad de masa vegetal, que, como ya sabemos, son reservas de energía y afectarán proporcionalmente al peso final de nuestra cosecha. Así que, si aparecen los primeros síntomas, tratadlos cuanto antes.

 El magnesio es un elemento móvil; la planta lo transportará de nuestras hojas más viejas y bajas hacía las hojas más nuevas y superiores. De ahí que esta carencia se produzca de abajo a arriba. Este es un detalle en el que fijaros para definir con exactitud que se trata de una deficiencia de magnesio y no de otra causa.

 Otro signo es que los bordes de las hojas pueden cambiar su color y se sienten crujientes al tacto. Esto por sí solo puede confundirse con una sobre fertilización, pero aquí tendremos el verde claro o amarillo intervenal.

Una vez que detectemos la carencia, hemos de actuar siguiendo ciertos pasos. No es una deficiencia muy difícil de solucionar, y más cuando la pillamos a tiempo. Explicaré, por no extenderme, solo cómo solucionarla en tierra, no en hidro, eso lo dejamos para otra ocasión.

El magnesio no suele ser absorbido bien por la planta cuando el pH es bajo. También, es posible que un problema de sales en la zona radicular esté bloqueando su acceso, así que lo que yo recomiendo es efectuar un lavado con enzimas o lavado de raíces para eliminar esos elementos indisolubles que están adheridos a nuestras raíces con un agua de pH 6,5.

Lo mejor sería añadir a esta solución abonos a media dosis indicada si usamos enzymas frecuentemente. Si no es el caso, podemos hacer este primer riego solo con agua a 6.5 pH, y, en los siguientes, ya comenzar a abonar suavemente.

Si la carencia es leve, seguramente esto lo corrija, pero si es más grave, debemos añadir magnesio extra. Casi todas las marcas tienen aportes de calcio y magnesio, ya que esta deficiencia suele venir acompañada por la escasez de calcio y hierro, así que las casas de abonos ofrecen un producto que soluciona el conjunto de necesidades.

Por otra parte, existen productos como la dolomita y la epsonita, que, mezclados con la tierra de nuestros cultivos o macetas, dan resultados extraordinarios. El primero es una enmienda de calcio y magnesio de liberación lenta que, además, subirá el pH de la zona radicular. Aplicadlo con precaución según las indicaciones de cada fabricante.

El segundo, la epsonita o sales de epson, como son más conocidas, es un aporte de magnesio y azufre que, aparte de mezclarse con el sustrato, también puede ser aplicada pulverizada, lo que solucionará antes el problema.

Una vez hayamos seguido estos pasos, debemos fijarnos en los nuevos signos de crecimiento en nuestra planta. Las nuevas hojas o brotes ya no deberían tener indicios de carencia, y el amarilleamiento o la falta de color no tendría que seguir extendiéndose. Las hojas que quedaron afectadas no se recuperarán, pero no hay que quitarlas hasta que la planta las tire por sí misma.

El potasio:

Este macronutriente está presente en todos los abonos básicos para cannabis, pero, a veces, debido a un mal sustrato, un agua casi destilada o un desajuste en el pH -la causa más común- la planta no puede obtenerlo con facilidad y empiezan los primeros signos de su carencia.

Esta deficiencia es más difícil de identificar, pues se parece mucho a una sobrefertilización y, más aún, a los síntomas que presentan las plantas de interior que están demasiado cerca de los focos.

Generalmente empieza a verse en la parte baja, pero no siempre, y a veces comienza a manifestarse en la zona más alta. Las puntas de las hojas se queman, se vuelven amarillas o palidecen junto con los bordes de las hojas. En una sobrefertilización, solo las puntas se queman en un principio, así que ahí tenemos la primera diferencia.

La segunda es que siempre la hoja amarillea junto a la quemadura, y eso no ocurre cuando la planta se quema por exceso de abono. Este amarilleamiento o palidez puede aparecer tanto detrás de la quemadura de la punta como detrás de las quemaduras de los bordes.

En cultivos de interior es muy difícil de diferenciar de la quemadura por cercanía a los focos. La solución es alejarlas del punto de luz o moverlas y observar si la carencia continúa o se detiene, para saber con seguridad cuál era la causa.

Con un exceso de riegos es muy fácil que nos topemos con esta carencia y, después de conseguir recuperar a la planta del sobrante, nos tocará lidiar con la falta de potasio.

Es común que, después de un trasplante o alguna condición estresante, la planta muestre algún síntoma de deficiencia, bien sea de potasio o de otros nutrientes. En este punto, observad si no va más allá y, si no lo hace, querrá decir que el estrés ha desaparecido y no hace falta que os preocupéis.

Como os mencionaba, lo más difícil de esta carencia es diferenciarla de la sobrefertilización o la quemadura por luz, pero, una vez identificada, es bastante fácil de tratar.

El factor que tenemos que controlar es el pH: el potasio se absorbe en rangos más bajos de Ph, entre 6-6.5, por lo que deberemos ajustar la solución nutritiva en ese rango y regar la planta como hacemos normalmente.

No suele ser necesario tener que añadir ningún tipo de suplemento, pues este nutriente se encuentra en todos los abonos. Eso sí, aseguraos que usáis una buena marca de abonos para marihuana y no de otra clase, que en la grow me he encontrado de todo.

Al igual que con la de magnesio, durante los siguientes días vigilaremos que las quemaduras y amarilleamiento no se extiendan a otras hojas. Si por lo que fuera continuara entonces, aplicad un lavado de raíces con el pH a 6.0 y con una dosis normal de nutrientes, a ver si así lo damos por solucionado.

<<El tener carencias es algo normal dentro del ciclo vital del cannabis, pero saber detectarlas y actuar a tiempo es lo que distingue a un cultivador novato de uno experimentado>>

Controlando los primeros signos que se muestran en las hojas cuando la planta tiene deficiencias e identificándolas con rapidez, nunca tendremos problemas en nuestras plantas. El tener carencias es algo normal dentro del ciclo vital del cannabis, pero saber detectarlas y actuar a tiempo es lo que distingue a un cultivador novato de uno experimentado.

Con este y otros artículos (engordar la cosecha) espero poder ayudaros a que seáis grandes cultivetas y amantes de las plantas de cannabis.

¡Qué tengáis una buena y verde semana!

El jardín de la alegría growshop, Salamanca.

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