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El oídio es un hongo blanquecino recurrente en los cultivos de cannabis

El oídio es un hongo blanquecino recurrente en los cultivos de cannabis

Ramón Souto

El oídio es un hongo perteneciente a la familia de los erisifáceos (Erysiphaceae). La familia de los erisifáceos abarca más de 900 especies diferentes. Es conocido más vulgarmente como moho blanco, blanquilla o ceniza.


Se deduce que fue introducido en Europa mediante intercambios comerciales con América del Norte. En aquel momento produjo grandes daños y pérdidas, debido al desconocimiento, al igual que pasa con cualquier tipo de hongo, plaga o virus cuando no se conoce.

Existen dos especies de oídio que afectan al cannabis: Sphaerotheca y Leveillula taurica.

¡NUNCA CONSUMÁIS CANNABIS INFECTADO POR HONGOS!

¿Cómo reconocer el oídio?

El oídio se caracteriza por formar algo parecido a un polvo blanco algodonoso. El polvo no son más que colonias de esporas que el hongo va generando durante su desarrollo. El oídio puede afectar a cualquier parte aérea de la planta (hojas y tallo), aunque suele comenzar por las zonas más jóvenes de la planta.

Comienzan siendo unas pequeñas motas en el haz de las hojas, si al pasar el dedo se van con facilidad lo más seguro es que sea oídio.

Se va extendiendo por la planta cubriendo tanto el haz como el envés de la hojas, en caso más extremos llega a cubrir hasta el tallo. Poco a poco las hojas se irán cayendo.

¿Qué daños provoca el oídio en el cannabis?

Si llegamos a tener una plaga fuerte de oídio puede llegar a causar una clorosis, que es muy fácil de confundir con algún tipo de carencia nutricional.

En los casos más graves produce: pérdida de hojas continuada, disminución de cosecha (aunque no se debe fumar ninguna planta infectada), enanismo…

¿Cómo prevenir el oídio en nuestros cultivos?

Cultivos de interior:

El uso de deshumificadores nos ayudará a mantener unas condiciones adecuadas de humedad relativa en el ambiente. Instalad ventiladores en los cultivos para hacer que no se formen bolsas de aire húmedo, y, si a pesar de todo ello nos vemos infectados, deberemos reducir el número de ejemplares en el cultivo para facilitar la ventilación.

Cultivo interior/exterior:

La poda de ramas bajera facilita la ventilación de la zona y previene la aparición de hongos. Retirad todas las hojas y partes ya afectadas de la planta de la zona del cultivo, de esta forma evitamos el contagio de otras plantas colindantes.

Realizar tratamientos fitosanitarios preventivos puede ahorrarnos muchos disgustos. Se pueden realizar con diversos productos, aunque un par de ellos muy comunes son la cola de caballo y los productos a base de propóleos (producto natural fabricado por las abejas).

Los fungicidas químicos de amplio espectro a base de cobre, pueden ser de gran eficacia ante ataques severos de oídio e incluso contra la plaga de la araña roja. Normalmente pueden ser usados como preventivos o curativos, lo único que cambia es la cantidad de dosis por litro de agua. Aunque estos deberían ser los menos utilizados, ya que al ser absorbido por los suelos puede llegar a contaminarlos, acuíferos cercanos inclusive.

¿Cómo erradicar el oídio en plena floración?

Una de las mejores opciones sería el uso de un sublimador/quemador de azufre micronizado. Se aplicaría una vez por semana como fungicida y una vez cada 15 días como preventivo. Al no establecerse en la planta como otros tipos de fungicidas de contacto, se puede emplear hasta una semana antes de la cosecha.

En el mercado existen diferentes marcas y productos que trabajan fungicidas preventivos de contacto (biológicos) que, al igual que el anterior, se pueden usar hasta una semana antes de cosechar. Retirar las partes afectadas cuando sea posible en sus estadios iniciales también servirá.

En los cultivos de interior, con una temperatura de unos 25º C y una humedad relativa de entre 45 – 75 %, se dan las condiciones idóneas para la proliferación del hongo. Si hace más calor y las noches son frías con una humedad alta, corremos el peligro de una rápida infección. Las temperaturas elevadas por encima de los 35ºC impiden su desarrollo y, con temperaturas por debajo de los 15ºC, reduce su actividad. Debemos mantener en funcionamiento el deshumificador por la noche para rebajar la humedad.

El oídio nunca suele ser causa de muerte de una planta, pero sí una disminución importante de la cosecha, inclusive pudiendo llegar a quedar inservible.

Siempre lo más importante es habituarse a realizar una serie de tratamientos preventivos, gracias a ello nos ahorraremos la lucha para erradicarlo de nuestros cultivos.

En los próximos artículos continuaremos hablando sobre los hongos más comunes en el cultivo de cannabis. Con esto me despido, pero antes os animo a cultivar vuestras ideas, que de ello seguro que nacerá algo grande.

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