Benito Díaz
Un equipo de la Universidad de Oregón ha realizado un completo estudio publicado en la revista Journal of Natural Products. Según las páginas, ciertas moléculas cannabinoides, como son el CBG-A, CBD-A y THC-A, tienen el potencial de prevenir y tratar la infección por COVID 19. Aunque el trabajo se encuentra en fase de preimpresión, el análisis de tejido celular con espectrometría ha desatado la viralidad del estudio, dando lugar a toda clase de afirmaciones.
Desde Cannabis.es habíamos hecho hincapié en la aparición de bulos al respecto del tratamiento de la enfermedad causada por el COVID-19 consumiendo marihuana. En aquel momento, nuestras fuentes aseguraron que no se podía afirmar que consumiendo de forma normal los compuestos del cannabis, una persona podía curarse o evitar contagiarse. El estudio presentado, reafirma la información de nuestros expertos, prudentes al señalar la escasez de pruebas realizadas en aquel momento y perseverando en la idea de que el consumo habitual de cannabis no solo no ayudaba, sino que convertía a las personas consumidoras como población sensible, al tratarse de personas fumadoras.
El texto especifica el mecanismo por el cual estas moléculas interactuarían con el virus, siendo además efectivas en sus variantes, tales como la Alfa y la Beta. Las líneas recuerdan que la epidemia de COVID ha sido responsable de al menos 5,3 millones de muertes, 272 millones de contagios y más de 600000 casos nuevos a fecha de diciembre de 2021. “Se han desarrollado vacunas, pero, debido a su disponibilidad limitada y la tasa de mutación del virus, es probable que las infecciones por SARS-CoV-2 continúen durante muchos años”, augura el personal científco.
Cannabinoides contra el COVID1-9
A la luz de los datos, el equipo científico explica que el tratamiento con vacunas podría necesitar agentes terapéuticos de molécula pequeña para tratar o prevenir infecciones por el Síndrome Respiratorio Agudo Severo del Coronavirus y sus variantes, causantes del COVID-19. “En ensayos de neutralización de virus de seguimiento, el ácido cannabigerólico y el ácido cannabidiolico previnieron la infección de células epiteliales humanas por un pseudovirus que expresaba la proteína espiga del SARS-CoV-2 y previnieron la entrada de SARS-CoV-2 vivo en las células”, explican desde el equipo experto. Dicho de otra manera, los cannabinoides presentados son capaces de evitar que la espiga del virus penetre las paredes de las células humanas, previniendo así la reproducción y propagación del coronavirus.
“Es importante destacar que el ácido cannabigerólico (CBG-A) y el ácido cannabidiólico (CBD-A) fueron igualmente efectivos contra la variante alfa B.1.1.7 del SARS-CoV-2 y la variante beta B.1.351. Biodisponibles por vía oral y con una larga historia de uso humano seguro, estos cannabinoides, aislados o en extractos de cáñamo, tienen el potencial de impedir y tratar la infección por SARS-CoV-2”, describe el escrito.
El Consumo de Cannabis no previene el COVID19
El tratamiento con cannabinoides podría significar el retroceso de la Pandemia. Sin embargo, no conseguiríamos ese efecto a través del consumo normal de la planta. Es preciso acceder a las moléculas en estado puro, sintetizadas en laboratorio o en compuestos extraídos del propio vegetal, quizá vivo. De otra manera, procesados, ingeridos, consumidos en vaporizador o inhalados al fumar, no serían efectivos.
Los cannabinoides señalados en el estudio, están presentes en la composición química del cannabis, de entre los centenares de moléculas que les acompañan, junto a terpenos y flavonoides, que dotan a la planta de su olor, brillo y efectos característicos como un coro canta una canción. Además, estos cannabinoides son ácidos que, al aplicarse calor, se descomponen rápidamente en otros compuestos, CBD y THC, que nos resultan más conocidos; en el caso del primero, incluso con un estudio previo en esta misma dirección. Para acceder a los ácidos cannabinoides fumando, no obstante, necesitaríamos un producto específico que no existe hoy en día, y que, de existir, es probable que no fuera admitido por la jurisprudencia de nuestro país.
La sensatez procurada por nuestras fuentes en aquella ocasión, exige mantener la cautela. Se trata de un estudio revisado por pares, en preimpresión, cuenta con suficiente solidez y brinda una señal de esperanza para combatir la enfermedad. Sin embargo, le queda mucho camino para llegar a ser una investigación cuyos resultados se puedan poner en práctica. La puesta en marcha de un proyecto de experimentación en animales, ensayos clínicos, desarrollo de una fórmula concreta en laboratorios farmacéuticos, aval de la autoridad y de la comunidad médica, comercialización y licencias de distribución, son algunos de los pasos necesarios que los medicamentos en base de cannabis deben seguir para llegar a servir a las personas enfermas. Pasos que pueden demorarse años, incluso más.