Por Gorka Aguirreche.
La semana pasada hablamos de la araña roja y acabe el escrito comentando que no os iba a proponer el uso de ningún insecticida químico, se debe a varios motivos y estoy seguro que desconocéis el más importante: la nueva ley de fitosanitarios.
Esta ley, que ya esta en vigor, nos obliga a los establecimientos a poseer un carnet de diferentes categorías o especializaciones, para poder venderos ciertos productos químicos o bio que resulten perjudiciales para el medio ambiente. Eso nosotros por ejemplo lo cumplimos, poseemos el nivel básico y podemos vender todos aquellos productos autorizados en jardinería doméstica, lo que ha reducido la gama de productos que estábamos vendiendo. El problema viene cuando el comprador ha de poseer a su vez otro carnet similar para poder aplicar estos insecticidas o fungicidas, además estamos obligados a llevar un registro en el que se reflejan los datos de la persona que compra, producto y fecha de venta. Estoy seguro que el 90% de vosotros desconocía esta situación, y a parte, no os apetezca mucho registraros para poder adquirir un insecticida.
Ahora muchos pensareis que ayer o hace un mes habéis comprado clorifos, bermectine, abamectina u otros productos químicos en vuestra grow, y nadie os ha pedido carnet de fitosanitarios ni el de identidad para vuestro registro, bueno, el sitio donde habéis comprado no esta al corriente o no quiere estarlo y en vez de retirar lo que tiene, va a venderlo. Como os cuento, la ley ya entro en vigor y ya es de aplicación, podéis, si dudáis preguntar en cualquier vivero los cuales ya están todos funcionando bajo estas normas.
La mayor parte de nuestros distribuidores esta dejando de proveernos con ellos a razón de no querer tener problemas, y es lógico, nosotros solo venderemos productos certificados para cultivo ecológico o jardinería doméstica registrados en el ministerio de agricultura o en la U.E.
Aunque parezca una puñeta era necesario, mucha gente estaba vendiendo fitosanitarios sin ningún tipo de formación ni información, y otros tantos estaban usando estos productos realmente peligrosos para el medio ambiente, de los cuales no sabían deshacerse en condiciones de seguridad, a riesgo de acabar en vertederos y producir enormes daños en fauna, flora y medio acuático.
Tan solo puedo entender a los sectores de la agricultura extensiva que se han visto abocados al uso de otro tipo de fitosanitarios que quizás no son tan inmediatamente efectivos pero tampoco tan devastadores con lo que le rodea. Aunque ahora parezcan perdidas en producción o más gasto en un control de plagas bio, a largo plazo es beneficioso para todos.
Otro motivo, por si una ley y el daño generado al medio no os es suficiente, es que las plagas se acostumbran a este tipo de pesticidas, tras unas generaciones acaban siendo inmunes provocando que afectemos a todo a su alrededor excepto a ellas.
Productos totalmente naturales como la tierra de diatomeas no crean una adaptación del insecto, pues el modo de actuación es mecánico, el insecto se pincha con estas partículas y gracias al poder secante que poseen los deshidrata, nunca podrán ser inmunes a este tipo de sustancias.
Explicado esto y espero aclarado dudas de porque no pienso recomendar productos químicos, vamos a continuar con nuestras pequeñas invasoras: la mosca blanca y la mosca de la humedad.
La mosca blanca es un insecto de 1-3mm, se distingue a simple vista en el envés de las hojas, a veces los detectarás antes por que verás volar alguno en torno a la planta, para asegurarte que se trata de ella agita el tallo, una pequeña nube de ellos levantara el vuelo y al instante volverá a su lugar. Se alimenta picando la hoja y chupando la savia, lo que crea unos pequeños puntos de clorosis en la parte superior de la hoja.
Su ciclo de vida es relativamente corto, unos 55 días para la hembra y unos 35 para el macho. En una generación la mosca pasa por 4 estados ninfáticos antes de convertirse en adulto y dependiendo de las condiciones puede conseguirlo en dos o tres semanas, durante sus estadios de ninfa clavan su estilete en el envés para alimentarse y segregan por el ano melazas similares a las del pulgón, lo que puede originar la proliferación de hongos como la negrilla.
A este bichito le van las temperaturas altas, pero al contrario que la araña roja, también humedades relativamente altas. Una hembra puede poner unos 200 huevos a lo largo de su vida, lo que hace que si se descontrolan sea difícil de parar. Un cliente que descuido la prevención y primeros signos de esta plaga en un armario de cultivo, cuando abría las puertas llego al punto de ver las plantas con dificultad entre las miles de moscas que infestaban susplantas, la mejor solución que pude indicarle entonces fue usar el aspirador de su casa como arma, tranquilamente acabo con dos terceras partes de ellas.
Grandes cantidades de la mosca blanca pueden ser muy perjudiciales para el cannabis, ya no solo por la deshidratación provocada con las picaduras y por la melaza producida por las pupas, si no porque también son capaces de transmitir virus a nuestro cultivo, como por ejemplo el de la amarillez, el del mosaico del tabaco y otros tantos que nuestras indeseadas amigas pueden aportarnos, complicándonos bastante la identificación y solución del problema.
Una buena medida preventiva es la colocación de trampas amarillas que podéis fabricar vosotros mismos, y colgar o situar cerca de las plantas, usando cartulina amarilla y aceite o pegamento de barra de toda la vida, podréis identificar a las plagas cuando comienzan a asentarse y empezar rápidamente un tratamiento eficaz.
La lucha biológica si está funcionando perfectamente contra esta plaga, destacan Eretmoceruseremicus -una avispa parasitaria- y el Amblyseiusswirskii – un ácaro depredador-.
El jabón potásico es un gran aliado, deshace su exoesqueleto y acaba matándolas, como segunda función limpiará las hojas de restos y melazas previniendo ataques fúngicos, recordar pulverizar bien los enveses de las hojas pues es donde proliferan. La aplicación de neem junto con el jabón multiplicará las probabilidades de éxito. Particularmente me gusta usar el neem en riego de manera preventiva en las plantas para hacerlas «incomodas» cuando una plaga aterriza en el cultivo. Intentar retirar de modo manual a este parásito es una misión casi imposible, su capacidad de volar nos complicará mucho esta tarea.
Insecticidas ecológicos basados en piretrina junto con el jabón como humectante tienen buenos resultados disminuyendo muchísimo la población, pero ojo, la piretrina es fotosensible, no se debe aplicar en horas de luz, las plantas a parte del efecto lupa, pueden envenenarse.
La mosca de la Humedad es otra plaga muy pesada si se presenta en interior, muy habitual en cultivos bio y donde se está regando en exceso, también conocida como la mosca del mantillo depositan sus huevos en el sustrato, las larvas son realmente las que hacen daño a la planta alimentándose de los pelos radiculares, cada uno que devoran ya no se regenera. Una gran cantidad de larvas perjudicando las raíces se notará en la salud general de la planta, pues su alimentación se verá seriamente mermada. Como añadido pueden servir de vectores fúngicos y dejarnos expuestos a ataques que provoquen pobredumbre radícular.
Fuente Foto: Buddha Seeds
Los adultos son parecidos a mosquitos pequeños normalmente negros o grises, los verás volar cerca de las macetas o corretear por el sustrato, eliminar a los adultos no sirve de mucho, viven cerca de 10 días, las larvas que hay en el sustrato repondrán esa generación y vuelta a empezar. Es el fallo más común que solemos cometer, los adultos no muerden las hojas ni generan más daño que el poner los huevos en el sustrato y he ahí el truco para eliminarlos.
Lo primero será efectuar un riego con neem para afectar a las larvas, acto seguido colocar un acolchado de vermiculita sobre la maceta con un grosor de unos dos centímetros, este sencillo paso hará que la mosca no pueda penetrar en el sustrato para poner sus huevos.
Este es uno de los mejores remedios, pero de poco sirve si no añadimos drenaje en las macetas que usamos, una capa de arlita, teja rota, ladrillo o piedras en el fondo de nuestras macetas nos asegura que no se concentre la humedad en ellas.
Hay que regar dejando que la tierra se seque y esperar que la planta pida agua, estas condiciones son muy inadecuadas para la proliferación de la plaga. Simplemente regar de manera adecuada y drenaje en las macetasnos asegura no encontrarnos con ella, o si la tenemos, casi ganar la batalla.
La lucha biológica también es recomendable, yo he testado el bacillusthuringiensisisraelensis, muy efectivo contra las larvas de la mosca, al igual que la variedad kurstaki lo es con las orugas. También los nematodos son capaces de mantener controlada la plaga.
Otro producto orgánico que funciona genial es el soilattackliquid de la casa Aptus, responde perfectamente como preventivo y curativo, aunque os aseguro que el mejor método es una buena rutina de riego y drenaje, y en el caso de que se presenten, vermiculita y neem.
La semana que viene veremos el pulgón y los trips que también son habituales en nuestras marías.
¡Buena y verde semana!