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Illa deja Sanidad por Cataluña y Darias toma el relevo

Illa deja Sanidad por Cataluña y Darias toma el relevo

Arnau Alcaide

Ser filósofo y no proceder del mundo sanitario, a Salvador Illa le ha valido alguna que otra crítica en estos difíciles tiempos de pandemia. Ahora, dejará Sanidad para presentarse a las elecciones catalanas y será Carolina Darias quien tome su relevo. Entre vítores de los suyos y acérrimas críticas en la oposición, un evento que ha recibido poca atención ponía el broche a su período. La entrega de medallas Plan Nacional de Drogas se producía de nuevo y, sin titubeos, se condecoró la represión como filosofía de protección de la Salud Pública, una reflexión que Sanidad no motivó durante su período.

Lo que para la Política de Drogas pudo ser una esperanza, terminó en funcionalismo, con excusa de peso por la Pandemia, que permite decir que no hubo tiempo para abordar la reflexión que la política necesita. La reflexión sobre cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje; lo que definimos como filosofía. ¿Qué someter a dicha reflexión primero? ¿La imposición moral y a la fuerza de la salud? ¿Si el contexto justifica el inmovilismo? ¿O si de la inacción se deriva inevitablemente la responsabilidad? También se puede alegar el destino o la fuerza mayor, a modo de causa inevitable por la cual abdicar de la voluntad y creencia propias. Queda la opción de que efectivamente Illa sea el Hobbes de la Salud, y crea firmemente en el Leviatán de las drogas, el prohibicionismo. ¿Les hubiese impedido un porro, de poder, a sus compañeros de facultad?

A Carcedo, de formación sanitaria, la escuchamos decir que los efectos de la Cannabis eran homeopáticos. Un año después, a Illa le hemos visto despedirse condecorando a todo tipo de estamentos del aparato represor con la salvedad de dos del sector social, que prestan asistencia sanitaria y jurídica respectivamente. Mientras tanto, de un cambio de paradigma, ni rastro. De cannabis medicinal, ni rastro. De mejorar la entrega de competencias autonómicas en adicciones para clarificar inequívocamente que se pueden regular las asociaciones de consumidores de cannabis e integrar en las prácticas de Salud autonómicas, ni rastro.

El presupuesto para el sector social del PNSD se mantuvo durante su mandato, pese a que aumentaron las necesidades de las personas que venían siendo asistidas por este, aunque sí aprobó la compra de heroína cuando las salas de consumo asistido se desabastecieron. Y no obstante, no movió un dedo para mantener las asociaciones cannábicas abiertas el marzo pasado, echando a 1 de cada 50 personas en España al mercado ilegal, las sanciones y la abstinencia forzosa en un momento de estrés psicológico. Del mismo modo, no facilitó ninguna vía de acceso a 1 de cada 150 personas en España que son usuarias medicinales, interrumpiendo su tratamiento y negando su medicina. Un cierre que amenaza repetirse y para el que aún no se ha regulado excepción.

Ahora se presentará en Catalunya, donde los planteamientos autonómicas en Salud se rigen por la reducción de daños y riesgos, y van desde la normalidad negada de las asociaciones cannábicas, a las que se dirige un programa público informativo específico, incluyendo la mayor trayectoria sanitaria en consumo asistido salvavidas de, principalmente, heroína, y pasando por uno de los mayores servicios de análisis de drogas en espacios festivos. Por no hablar de la mentalidad diametralmente opuesta en la aproximación pública sin estigma al uso de las drogas, por la que vela un organismo dedicado, entendiendo su vertiente antropológica y social y promoviendo la política pública desde el punto de vista pedagógico y preventivo opuesto al castigo, que agrava los problemas de adicción y resulta en el fracaso sanitario.

Por ejemplo, a Joan Colom, subdirector del departamento de Salud de la Generalitat, lo vimos en octubre en las antípodas del ya exministro de Sanidad. Estuvo en la presentación del informe del instituto de etnobotánica ICEERS sobre uso terapéutico de la ayahuasca como preventivo en Salud Mental, sin patologías previas. «Consideramos la ayahuasca desde la reducción de daños, en el contexto de respeto a los derechos humanos. Como administración queremos generar credibilidad, evidencia y buena práctica que la integren en la normativa estatal». Si Illa está lejos del debate cannabis, imaginemos de este. Ahora, falta ver si el PSC quiere que Illa vaya a Catalunya, o Catalunya a Illa.

Dimisón

«El 13 de febrero tomé posesión del cargo de manos de Maria Luisa Carcedo. Hoy, un año y 13 días después entrego con mucho orgullo el relevo a mi compañera Carolina Darias y lo hago después de pasar los momentos más complejos de mi trayectoria profesional. Pero también después de vivir mejor de lo que se puede vivir y reaprender el valor de lo público. Esta ha sido una de las lecciones más valiosas: el valor de lo público».

«Les quiero decir que he escuchado todo lo que he podido y he sabido en estas circunstancias en las que la pandemia se ha llevado toda la atención», excusó. «Le quiero dar las gracias a todos los especialistas sanitarios, no a solo a médicos y enfermeros», mensaje que se contrapone con el reconocimiento de la prevención y asistencia sanitaria en malos consumos y drogadicciones. Agradeció también a las empresas de productos sanitarios su papel. Agradeció la responsabilidad a sus compañeros, en especial al presidente, por la cartera. Y se encomendó al buen hacer de Carolina Darias.

Releva a Iceta al frente del PSC

Con el mejor deseo de todos en su partido, Illa tomaba posesión así, en un Congreso modesto del PSOE, del cargo a candidato en Cataluña: «No voy a preguntar a nadie qué ha hecho estos útimos 10 años. No pienso ajustar cuentas con nadie. Creo en una Catalunya sin revanchas. Una Catalunya que se centra de verdad en lo que importa: el trabajo digno, la sanidad pública y los avances sociales», asegura. Pero él mismo encarna una de las revanchas, la de la Política de Drogas.

Carolina Darias, nueva Ministra de Sanidad

«Con estos nombramientos, seguiremos atendiendo desde el Gobierno la emergencia del COVID19 y las transformaciones que nuestro país necesita», anunciaba el Presidente del Gobierno de este recambio en una cartera crítica en la gestión de la pandemia. Miquel Iceta, excandidato del PSC, ya es Ministro de Política Territorial, y la canaria Carolina Darias toma una cartera en la que esperemos que no solo gestione el virus, pues dependemos para los cambios en una políticas de drogas en la que las personas usuarias somos un colectivo muy afectado por las restricciones.

La nueva ministra de Sanidad expresó todo tipo de agradecimientos a compañeros del partido y allegados, en especial a Pedro Sánchez por la confianza depositada en ella. Nos dejó un bonito discurso que, de tomar al pie de la letra, avanzará en una concepción de la Salud integradora en la que prime «la salud por encima de todo» y no se «deje a nadie atrás», de lo que queremos entender que se dejará de marginar a las personas usuarias de drogas del sistema público, que actualmente trata una práctica, y no su abuso, como patología de la que prevenir a la población a la fuerza.

«Hace un año y 13 días cuando tomamos posesión lo hicimos con un propósito claro: avanzar en el progreso social de España. (…) Progresar para mejorar, sin dejar a nadie atrás. La Salud como reconoce la Comisión Europea es una condición previa para el funcionamiento de la sociedad y la economía. Nuestro sistema nacional de salud es el buque insignia de nuestro estado bienestar y tiene que proteger nuestro bien más preciado; lo digo bien, más preciado: la Salud Pública. Un compromiso de solidaridad colectiva que nos debemos los unos a los otros y que los poderes públicos debemos proteger desde la mejora permanente para atender la finalidad y los objetivos por los que fue creado. Además de hacerlo con absoluto respeto a los principios y valores que rigen su organización y su funcionamiento».

«Debemos asegurar que todas las personas tengan las máximas oportunidades de desarrollar y preservar su salud al tiempo que dispongan de un sistema sanitario público universal […] y con perspectiva de género, que prime la salud por encima de todo y en todas las esferas […]. Les emplazo para trabajar juntos garantizando el derecho a la salud de todos y todas las españolas». Y citó al marxista Zigmund Bauman, padre de la modernidad líquida que vivimos hoy en día. «Como decía Zigmund Bauman: debemos recordar que la salud y bienestar de una parte del mundo no se puede conseguir ni mucho menos alcanzar y garantizar si no se extiende a toda la ciudadanía».

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