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Fallos al estudiar la afectación psicomotriz del Cannabis en la conducción

Fallos al estudiar la afectación psicomotriz del Cannabis en la conducción

Benito Díaz

La Organización Nacional por la Reforma de las Leyes de la Marihuana (NORML), con sede en EEUU, destacó en febrero un estudio que asegura que los indicadores utilizados hasta el momento, como medición de partículas en sangre o saliva, son métodos poco eficaces en establecer umbrales para considerar que una persona está incapacitada para ejercer la conducción de su vehículo de forma correcta.

La asociación americana continúa con la lucha por la legalización del Cannabis y la reforma de las legislaciones prohibicionistas. En esta ocasión, muestra en un artículo el estudio de una serie de farmacólogos de la Universidad de Swinburne, sita en Melbourne, Australia.

El documento, titulado “Fallas de los límites per se para detectar el deterioro de la conducción inducido por el cannabis: resultados de un estudio de conducción simulada”, arroja resultados avalados por un riguroso sistema de análisis y metodología científica. Desde Cannabis.es, desaconsejamos la conducción de cualquier vehículo si se han consumido sustancias psicoactivas, pero las sanciones se deben establecer con rigor, acordes a umbrales de afectación basados en la causalidad comprobada en estudios específicos como este.

Estudio

Las páginas, publicadas el cinco de febrero de este año, comienzan con una justificación por elegir este objeto de examen en concreto. “Muchas jurisdicciones utilizan límites per se para definir la conducción bajo los efectos del cannabis”, dicen los científicos, refiriéndose por ejemplo a las conocidas ‘tasas de alcoholemia’ aplicadas en nuestro país. “Sin embargo, estudios previos sugieren que las concentraciones de THC en matrices biológicas no reflejan de manera confiable la dosis de cannabis y están poco correlacionadas con la magnitud de la discapacidad para conducir. Aquí, primero revisamos una serie de preocupaciones asociadas con los límites per se para el THC. Luego usamos datos de un ensayo clínico reciente para probar la validez de una variedad de límites de THC en sangre y fluidos orales existentes per se para predecir el deterioro de la conducción durante una tarea de conducción simulada”, explican.

Para la obtención de pruebas, se evaluó el rendimiento de la conducción en un entorno virtual simulado de 14 personas consumidoras de Cannabis poco frecuentes en dos momentos, pasados 30 minutos y después de tres horas y media. “Vaporización controlada de 125 mg (i) de THC dominante (11% THC; <1% CBD), (ii) equivalente de THC / CBD (11% THC; 11% CBD) y (iii) cannabis placebo (<1% THC y CBD). Se recogieron muestras de plasma y fluidos orales antes de cada evaluación de conducción. Examinamos si los límites per se de 1,4 y 7 ng / ml de THC en plasma (destinados a aproximarse a 1 y 5 ng / ml de sangre total) y 2 y 5 ng / ml de THC en el líquido oral predijeron de forma fiable el deterioro (definido como un aumento de la concentración estándar). desviación de la posición lateral (SDLP) de> 2 cm en relación con el placebo)”, especifican en sus observaciones.

Resultados y conclusiones

Las resoluciones ofrecidas por el equipo de farmacólogos ofrecen un punto de vista según el cual el Cannabis no sería tan agresivo con nuestras capacidades psicomotrices como se pensó a lo largo de la historia. “Para todos los participantes, las concentraciones de THC en plasma y líquido oral superaron los límites per se utilizados 30 minutos después de vaporizar cannabis con THC dominante o equivalente a THC / CBD. Sin embargo, el 46% de los participantes no cumplió con los criterios del SDLP (Standar Deviation for Lateral Position, medición de la conducción “haciendo eses”) para la discapacidad de conducción. A las 3,5 h posteriores a la vaporización, el 57% de los participantes mostró deterioro, a pesar de tener bajas concentraciones de THC tanto en sangre (mediana = 1,0 ng / ml) como en el fluido oral (mediana = 1,0 ng / ml). Destacamos dos casos individuales que ilustran cómo (i) el deterioro puede ser mínimo en presencia de un resultado de THC positivo, y (ii) el deterioro puede ser profundo en presencia de un resultado de THC negativo”. Esto demostraría que es posible no verse afectado por una merma de nuestras capacidades en un primer momento, cuando más altos son los niveles, y vernos afectados más tarde, cuando las concentraciones son menores.

La conclusión de los científicos describe una “relación pobre e inconsistente entre la magnitud del deterioro y las concentraciones de THC en las muestras biológicas, lo que significa que los límites per se no pueden discriminar de manera confiable entre conductores discapacitados y no discapacitados. Existe una necesidad imperiosa de desarrollar métodos mejorados para detectar la intoxicación y el deterioro por cannabis”.

La legislación española establece el límite de THC en sangre entre 2 y 5 ng/mL. También conviene recordar que las autoridades no sancionan la conducción bajo la influencia del Cannabis de forma directa, si no el hallazgo de la sustancia en sangre o saliva, una infracción que puede acarrear una multa de 1000 euros y la retirada de seis puntos del carné. Estas cantidades, debido al sistema de depuración del organismo, pueden ser localizadas en nuestros fluidos hasta un mes después de la última toma si somos consumidores habituales y hasta un mínimo de 72 horas si no lo somos.

Experiencia en España

El examen científico presentado se une a otros muchos que certifican la incapacidad del conocido como Drogotest para verificar la capacidad de alguien para conducir. De hecho, este tipo de sanciones son calificadas desde muchos colectivos como catálogos de vulneración de derechos y las acusan de sostener un mero “afán recaudador”, o de ser inconstitucional.

Algunos días después de la presentación del estudio, por otra parte, se dio a conocer el comienzo de una investigación similar en nuestro país. Se trata del proyecto del Instituto Tecnológico de Burgos, donde el organismo europeo SIMUSAFE ha iniciado sus pesquisas. El centro de investigación, ha desarrollado cuatro simuladores de conducción, donde los participantes consumidores de cannabis tendrán que enfrentarse a cuatro tipos distintos de circuitos virtuales. El centro de investigación ITCL junto a la empresa tecnológica Prometeo Innovations, aseguran por boca de su gestora de proyectos de investigación, Marta Escobar, que el simulador les permitirá indagar en los efectos de ese consumo para obtener pautas más seguras para los conductores. “Medimos actividad cerebral, pulso, sudoración, estrés, carga de trabajo, fatiga. Compartiremos nuestros resultados con la comunidad científica para que puedan llevar a cabo análisis sobre la seguridad vial y hacer una conducción más segura”, declaró el encargado de proyectos de ICTL, Marteyn Gasteren, a las cámaras de La8deBurgos.

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