Cerrar
Los hongos mágicos ya cotizan en bolsa

Los hongos mágicos ya cotizan en bolsa

Benito Díaz

La salida al mercado de empresas caracterizadas por desarrollar psicofármacos relacionados con sustancias psicodélicas comienza a ser la nueva tendencia para la inversión. Empresas privadas, eminentemente de la industria farmacéutica, se han convertido en los últimos tiempos en las principales interesadas en el potencial terapéutico de plantas y químicos que han sido perseguidos por las autoridades durante décadas.

La crisis de opiáceos que vive EEUU ha logrado enrojecer a algunas acaudaladas familias, como la Sackler, dueña de Purdue Pharma, a la cual se le acusa de conocer los peligros del consumo de Oxicontyn (Oxycodona) y fomentar de todos modos su uso. Por otra parte, la situación que vive el país ha conseguido que algunas empresas privadas y la industria farmacéutica se vuelquen en otras alternativas a los tratamientos con benzodiacepinas u opiáceos en las causas de salud mental.

Es el caso de las terapias con sustancias psicodélicas, incluyen el MDMA, la ketamina, la ayahuasca o, de forma más generalizada, la psilocibina proveniente de hongos alucinógenos,

La psicodelia en terapia

El uso de estas plantas y compuestos se remonta a la utilización de enteógenos por parte de pueblos ancestrales. Prohibido su consumo tras la conquista de América, prohibidas por las autoridades y detenidos sus consumidores, es solo en 1950, tras la eclosión del movimiento literario de la generación “Beat” que se recupera el interés por los Hongos Alucinantes o la Ayahuasca. En 1958, Albert Hoffman logra sintetizar el principio activo de las setas, la Psilocibina, y más tarde en su laboratorio de Suiza, el LSD.

El descubrimiento de estas y de otras sustancias psicodélicas, ha motivado siempre un interés por parte de la comunidad médica en torno a su potencial terapéutico. En el caso de los estimulantes psicodélicos, se han probado sus efectos en distintas dolencias, desde TEA, hasta Síndrome de Estrés Postraumático, depresión y ansiedad.

La Psilocibina es la molécula que resulta más prometedora en este aspecto y se encuentra presente en más de 200 especies de Hongos. “Ignoramos aún varios aspectos relacionados con la forma en que actúan. Las neurociencias revelan que tienen una capacidad remarcable para modificar la estructura y la función de redes cerebrales y, por lo tanto, pueden catalizar el proceso psicoterapéutico haciendo que la persona sea más ‘maleable’ a los cambios y, así, más susceptible a abandonar un estado psicológico disfuncional”, comenta Alexandre Lehmann, profesor de Neurociencias de la Universidad MCGill en declaraciones al diario El País.

La regulación del cannabis en países como Canadá, ha abierto la puerta a revisar las políticas de drogas de muchas naciones, que se muestran más flexibles en la utilización de estas terapias. Por ejemplo, en Denver, Colorado, en el estado de Oregón o en la propia Ottawa, Canadá.

El negocio de la salud mental

Los estudios al respecto de la efectividad de este tipo de sustancias arrojan prometedores porcentajes de éxito. De esta forma, no es de extrañar que ciertas empresas hayan apostado por el desarrollo masivo de medicamentos que las utilizan para tratar la salud mental y enfermedades diversas.

Empresas como Cybin, la primera que recibió un permiso del gobierno de Canada, en Ottawa, ya se encuentra fabricando Psilocibina sintética. La empresa resolvió su ejercicio de octubre de 2020 en 30 millones de euros, antes de salir a bolsa. El año pasado, su valor ascendió hasta los 195 millones. Numinus, sita en Vancouver, también ha entrado en el mercado sintetizando Psilocibina para sus productos, incluyendo una división que se encarga de comercializarlos en lugares de reposo especializados. “Numinus Wellness cierra el tercer trimestre de 2021 con 63,2 millones de dólares en efectivo, avances en laboratorios y ensayos, y una expansión estratégica hacia la neurología psicodélica”, explican en su página web.

Los diarios económicos hablan de una “inyección de capital” para este tipo de empresas a principios del 2020, relacionada con la pandemia del COVID 19 y el resto que supuso para encontrar una medicación efectiva contra el Coronavirus. También del empeoramiento generalizado de la salud mental de las personas, debido a las condiciones de confinamiento e inseguridad frente al virus. Pasados esos momentos, cada vez son más las empresas que entran a cotizar a mercados como el NASDAQ o el NYSE. Solo en el mercado de EEUU, podemos encontrar hasta cincuenta empresas que ya apuestan por terapias con psilocibina. Algunas de ellas son MindMed (Canadá), Field Trip Health (rama de Numinus), Red Light Holland (Holanda), Compass Pathways (UK, en la actualidad valorada en 1.390 millones de dólares), Nova Mentis Science (Canadá), Filament Health (EEUU), etcétera. Hasta algunos directivos de la compañía multinacional del Cannabis, Canophy Growth, se han pasado al comercio de Psilocibina.

Inversores de gran renombre, como el cofundador de Paypal, Peter Thiel, cuyo patrimonio neto alcanza los 6200 millones de dólares, o el empresario Tim Ferris (300 millones), Bob Parsons, fundador de GoDaddy, empresa dedicada al alojamiento web (2.2000 millones) están llevan a cabo fuertes inversiones en el mercado de los fármacos psicodélicos. Es de esperar, por tanto, que este creciente interés en las moléculas primordiales de estas plantas, esté sujeto a la obtención de pingües beneficios.

Mercados multimillonarios

Las estimaciones al respecto del mercado mundial de drogas psicodélicas, aseguran que, para 2028, podría alcanzar los 7.600 millones de dólares. “Será una revolución en la forma de tratar diversas dolencias, considerando que estamos en un periodo donde la crisis en salud mental jamás había sido tan severa”, explica Payton Nyquvest, consejero delegado de Numinus en declaraciones. Expertos prevén que el despegue de esta industria solo tendrá lugar en el caso de que las agencias de salud estadounidenses despenalicen por completo el uso de las moléculas. Así mismo, señalan, se necesitaría una buena acogida y cooperación de la comunidad médica y su formación para la correcta utilización de estas medicinas.

Como con el Cannabis, la utilización de las vertientes terapéuticas de los psicodélicos deberá ser regulada con cautela para evitar que grandes empresas se hagan dueñas de todo el mercado e impongan sus precios a comunidades que no puedan acceder a él, incluso prohibiendo el uso por parte de congregaciones en sus rituales religiosos.

Van a ayudar a muchos enfermos. Pero también van a ayudar a muchos de los primeros inversores a ganar mucho dinero. Y es por esas dos razones por las que invierto en (y me beneficio de) acciones de psicodélicos”, explica para el diario económico especializado El Planteo, Jeff Siegel, socio gestor de JLS Fund, fondo de riesgo en medicinas vegetales.

Cerrar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información

ACEPTAR
Aviso de cookies
¿Eres mayor de edad? Este sitio web requiere que tengas 18 años de edad o más. Verifique su edad para ver el contenido.