Cerrar
El Vademécum del cannabis

El Vademécum del cannabis

Benito Díaz

Un único documento de menos de 20 páginas ha servido para que investigadores italianos hayan reunido todos los medicamentos cannábicos puestos a la venta por empresas farmacéuticas, además de otros métodos para conseguir preparaciones terapéuticas. En él se incluyen dosis y vías de administración recomendadas para que los profesionales puedan seguir una guía, al estilo del famoso compendio farmacológico.

El texto, titulado “Herbal Preparations of Medical Cannabis: A Vademecum for Prescribing Doctors”, fue presentado durante el mes de julio de la mano de los investigadores Pietro Brunetti (Università Politecnica delle Marche), Simona Pichini (Istituto Superiore de Sanità), Roberta Pacifici (Istituto Superiore de Sanità) y Francesco Paolo Busardò (University Politecnica delle Marche of Ancona).

Medicamentos cannábicos

El cannabis, que ha estado presente en la farmacopea asiática desde hace milenios, no contaba con una publicación que especificase de golpe todas las propiedades y concentraciones de los nuevos compuestos comercializados por la industria farmacéutica. Es solo desde 1985, con la aprobación del Marinol, basado en el Dronabinol y del Cesamet, basado en la Nabilona, que comienza la carrera en la experimentación y elaboración de estas medicinas, debido a la prohibición previa del cannabis y la persecución de cualquiera de sus moléculas.

En esta revisión narrativa, pretendemos describir y detallar los diferentes preparados de hierbas de cannabis actualmente disponibles para tratar el dolor neuropático asociado a diferentes patologías y del movimiento, como el síndrome de Tourette y la enfermedad de Parkinson. También informamos sobre la recuperación y la estabilidad de la extracción de los cannabinoides de los cannabinoides y su estabilidad en el tiempo en preparados acuosos y oleosos, con el objetivo de de proporcionar una guía práctica con la posología en ambas preparaciones para ayudar a los médicos con sus prescripciones iniciales, explican los científicos.

Una tabla explicativa sirve para comprender, de un vistazo, cuáles son los porcentajes de THC y CBD, su correlación en la sustancia, la empresa que lo produce (Aurora, Bedrocan, Spectrum) e incluso el país de producción. También la dolencia para la cual está recomendado, por ejemplo, dolor crónico, esclerosis múltiple, nausea, vómitos, pérdida de peso, síndrome de Tourette, glaucoma, cáncer y epilepsia, entre otros.

Aceites y decocciones

El compendio incluye instrucciones precisas de cómo obtener aceites y soluciones ricas en THC, CBD o caldos balanceados de ambas moléculas, todo con las miras a un fácil entendimiento que resuelva las dudas de cualquier profesional médico, como hemos mencionado.

La decocción de flores de cannabis busca un producto rico en CBD, pues es la única permitida por el gobierno italiano. Además, “por un lado, es la preferida por los pacientes porque es fácil de preparar y presenta un buen perfil de seguridad, evitando el efecto psicotrópico de una sobredosis accidental de THC. Por otro lado, dado que la recuperación de la extracción es pobre, se requiere un gran volumen de decocción para producir efectos analgésicos”, asegura el estudio.

El caso del aceite de cannabis es distinto, ya que se busca un balance con THC, de forma que se relata de forma concreta una manera estandarizada para obtenerlo, por baño maría e inmersión de las flores en el líquido oleoso.

El ensayo también ahonda en la administración del cannabis mediante inhalación. “En los últimos diez años, los beneficios de la vaporización del cannabis medicinal han sido ampliamente aceptados. Se desarrollaron dispositivos comerciales para calentar las sumidades floridas de cannabis secas a una temperatura justo por debajo del punto de combustión (200 C) para vaporizar los cannabinoides para su inhalación con menor toxicidad. Una gran variedad de dispositivos ha inundado el mercado para satisfacer las necesidades de los pacientes. Los vaporizadores más comunes disponibles en el mercado son los Pen Vapes, los vaporizadores portátiles y los vaporizadores de sobremesa, que son fáciles de usar y mejoran en gran medida el cumplimiento del paciente”. A pesar de estos avances, los investigadores advierten que el uso de estos productos tiene un alto umbral de riesgo, pudiendo causar lesiones pulmonares o infecciones pulmonares por la aparición de esporas u hongos en las sumidades florales del Cannabis, al ser aplicadas de esta manera.

Hay que tener en cuenta una serie de aspectos conductuales para la salud y la seguridad del paciente y de la población en general. En primer lugar, sólo se permite el consumo de cannabis por vía oral o inhalatoria en ciertos casos. Fumar reduce la biodisponibilidad de los ingredientes del cannabis en un 40%, y la combustión completa puede causar graves enfermedades pulmonares y obstrucción de las vías respiratorias. El consumo agudo de cannabis está asociado a una disminución del tiempo de reacción, la coordinación motora y la atención. Los pacientes deben saber que su capacidad para conducir o manejar maquinaria podría verse afectada mientras estén bajo tratamiento con cannabis”.

Estrategias de dosificación

Un aspecto novedoso del estudio es la inclusión de una tabla de dosificaciones para abordar cada dolencia. Aunque el cannabis sea bien tolerado por los pacientes y la mayoría de los efectos secundarios sean leves y transitorios, hay algunas variables que podrían no encajar con el modelo tradicional de prescripción médica. “En primer lugar, no existe una lista única de patologías que puedan ser tratadas con cannabis y serán los médicos quiénes decidan en qué circunstancias se debe prescribir el cannabis y qué pacientes podrían beneficiarse del tratamiento. En segundo lugar, existen varias variedades de cannabis medicinal caracterizadas por diferentes porcentajes de THC y CBD (THC > CBD, THC CBD, THC < CBD) y cada cepa está asociada a múltiples indicaciones patológicas”. De esta forma, queda a disposición de la profesional sanitaria las dosis y titulaciones, así como la vía de administración y dosis que debe administrar al paciente, dependiendo del contenido de THC y CBD en las preparaciones, así como la revisión de las rutas para obtener un máximo ratio de coste beneficio. Algunos ejemplos de estas recomendaciones son el tratamiento de la anorexia, en el que se especifica un contenido THC > CBD; el del insomnio, con una proporción THC=CBD; o el tratamiento contra el párkinson, THC <CBD.

Conclusiones

El ensayo termina explicando que, aunque existen varios productos certificados a base de cannabis, los preparados herbales siguen siendo los más utilizados. “Sin embargo, la falta de procedimientos estandarizados para los preparados de hierbas y la ausencia de protocolos posológicos complican el papel de los médicos en la prescripción de terapias dirigidas”, poniendo de manifiesto la necesidad de aunar la opinión de la comunidad médica, dirigir más esfuerzos a la investigación y estandarizar los procesos de prescripción de los nuevos compuestos, que aún en países como el nuestro se someten a un escrutinio minucioso heredero de una prohibición cada día más incomprensible.

Cerrar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información

ACEPTAR
Aviso de cookies
¿Eres mayor de edad? Este sitio web requiere que tengas 18 años de edad o más. Verifique su edad para ver el contenido.