Benito Díaz
El avance de la investigación científica pone de manifiesto los límites terapéuticos del cannabis. Un reciente estudio con ratones del Centro de Cáncer de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, China, concluye que la interacción de cannabinoides en determinadas terapias es en detrimento de tratamientos de inmunidad antitumoral. Aparecido en la revista Nature, el artículo afirma que el cannabis no es un tratamiento adecuado en todos los casos.
El cáncer, una enfermedad que se ha propagado de forma masiva durante nuestra época, es definido por la American Cancer Society como un mal proceso en la gestión reproductiva de los billones de células que conforman nuestro organismo. “Cuando una célula presenta alguna anomalía o ha envejecido, por lo general la célula perece (muere). El cáncer surge cuando algo sale mal en este proceso, ocasionando que las células anormales se reproduzcan y las células viejas no perecen como debería suceder. A medida las células cancerosas se reproducen de forma descontrolada, eventualmente pueden superar en número a las células sanas, Esto hace que al cuerpo le resulte difícil funcionar de la manera que debería hacerlo”, explican desde la asociación americana. Este proceso da lugar a agrupaciones de células llamadas tumores.
“Cuando las células que constituyen dicho tumor no poseen la capacidad de invadir y destruir otros órganos, hablamos de tumores benignos. Pero cuando estas células además de crecer sin control sufren nuevas alteraciones y adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración), y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis), hablamos de tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer”, aclaran desde la Asociación Española Contra el Cáncer.
Estudio científico
Existen diversos tratamientos para abordar la enfermedad. Cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia de medicamentos dirigidos, trasplante de células madre o médula ósea. La inmunoterapia es una técnica que consiste en fortalecer el propio sistema inmunológico del cuerpo para que actúe contra las células cancerosas.
Desde la American Society of Clinical Oncology enseñan que se trata de una terapia útil que puede usarse de forma individual o en combinación con otros tratamientos. Aclara que, “entre los distintos tipos de inmunoterapia, podemos distinguir la de anticuerpos monoclorales y tratamientos agnósticos del tumor, terapia con virus oncolíticos, vacunas contra el Cáncer y la Terapia con Células T”.
El estudio que nos ocupa, se centra en esta última. Esta técnica se caracteriza por utilizar un tipo de glóbulos blancos, las células T, para que luchen contra la enfermedad, al alterarlas en laboratorio, para que puedan localizar y destruir a las células cancerosas. La localización de esas células enfermas puede llevarse a cabo a través de marcadores genéticos y es aquí donde entran en acción los cannabinoides.
Es común que se combinen terapias para el cáncer, por ejemplo, la inmunitaria y la quimioterapia. Esta mezcla, señalada en el estudio, “mejora de forma significativa el beneficio clínico del tratamiento del Cáncer. Dado que la quimioterapia se asocia con eventos adversos, el tratamiento concomitante con medicamentos que controlan los efectos secundarios de la quimioterapia se usa con frecuencia la terapia de combinación […] Aquí demostramos que el Delta 9-Tetrahidrocannabinol (también conocido como THC), el ingrediente clave de los medicamentos aprobados para el tratamiento de las náuseas provocadas por la quimioterapia, redujo el efecto terapéutico del bloqueo de PD-1”, cuentan los científicos chinos. Dicho de otra forma, el uso de fármacos del cannabis, reduce la efectividad de la terapia de Inmunidad Antitumoral.
La generación de anandamida, un compuesto químico-orgánico producto de la gestión de los cannabinoides, también impide la acción del tratamiento. Esto probaría que el papel del sistema endocannabinoide en los procesos tumorales, es mucho mayor de lo que cabría imaginarse. Los científicos recomiendan, por último, evitar el cannabis y los tratamientos con cannabinoides durante la inmunoterapia.
Conclusiones
Los científicos aproximan la necesidad de encontrar fármacos alternativos en esta clase de tratamientos. “El cannabis también se usa para tratar el dolor del cáncer y aumentar el apetito en pacientes con enfermedad avanzada. La supresión de la inmunidad antitumoral mediada por el cannabis, podría acelerar la progresión de la enfermedad”, concluye el documento. Pese a que el cannabis se ha demostrado como un fármaco eficaz en el tratamiento de ciertos tipos de Cáncer, como el Glioblastoma, se prueba con este estudio que no se trata de la solución definitiva para esta u otras enfermedades. “La planta es una bomba. Tiene demasiadas cosas, demasiados componentes que no conocemos, muchas aplicaciones y no todas funcionan de la misma manera en cada paciente. Lo que les va bien a unos, no tiene por qué irles bien a otros. Es difícil de saber cómo afecta en cada caso”, exponía el doctor Jordi Pérez, director del Cancer Pain Program y profesor de Anestesiología de la Universidad MC Gill de Montreal en una conferencia sobre dolor crónico.